Todo lo que debes saber sobre el RIEGO de las plantas suculentas – cuándo, cómo y cuánto

Las plantas suculentas se caracterizan precisamente por la acumulación de reservas de agua lo que las hace sumamente resistentes a la sequía. Esto no quiere decir que no haya que regar las suculentas, al contrario! Las suculentas necesitan recibir agua para poder acumularla. Hay muchísimos mitos en torno al riego de suculentas y aún más información contradictoria. Aquí procuramos cubrir cada aspecto a tener en cuenta, esencialmente el cuándo, cómo y cuánto regar. Las preguntas más frecuentes respecto del riego de las suculentas son básicamente: ¿Cada cuánto tiempo debo regar mis suculentas? ¿Cómo riego mis plantitas? ¿Cuándo regar? ¿Cuánta agua necesitan mis plantitas?

Pues, depende, todo depende como decía la canción.
Vayamos por partes.

¿Cómo absorben las suculentas el agua y qué hacen con ella? 

Las plantas, todas ellas, absorben agua por sus raíces, la transportan a través de los tallos hasta sus hojas y, una vez allí, la ceden a la atmósfera en forma de vapor de agua. El recorrido del agua de las raíces a las hojas y la posterior transpiración ayuda a la absorción y transporte de nutrientes desde el sustrato hasta las células de las plantas. 

La transpiración se produce a través de los estomas. Éstos son el equivalente a los poros de nuestra piel. Para que esto suceda, es fundamental que los estomas estén abiertos durante el periodo de actividad de la planta porque, de lo contrario, no habrá circulación de agua. Ojo, porque a esto volveremos un poco más adelante.

Las raíces de las suculentas suelen ser muy poco profundas lo que las hace muy eficientes. Consiguen captar el agua que tienen a su disposición muy rápidamente. Además, tienen la capacidad de acumular reservas de agua. Las crasuláceas, lo hacen en sus hojas, de ahí que se pongan tan gorditas, y, en el caso de las cactáceas, esto ocurre en los tallos. El que las suculentas tengan reservas de agua no quiere decir que no necesiten riegos, simplemente que estos deberán ser menos frecuentes.

¿Cuándo necesitan las suculentas ser regadas?

Como sabrás, las suculentas tienen, a lo largo del año, ciertos periodos de actividad (crecimiento y floración) y otros de latencia en los que parece que se para el tiempo a su alrededor y dejan de crecer por completo. El cuándo se producen estos depende de su género, la especie concreta e, incluso, las condiciones en que se encuentre la suculenta porque en climas templados, por ejemplo, se puede llegar a dar el caso de que no entren nunca en dormición. 

Las suculentas son plantas oportunistas por lo que se guiarán menos por un calendario prefijado genéticamente en su ADN que por las condiciones climáticas que sienten a su alrededor. Los factores ambientales determinantes son la luz, la temperatura y el acceso al agua. Dependiendo del origen de cada especie cada uno de los factores mencionados afectará en un sentido o el contrario. Sigue leyendo sobre periodos de actividad y dormancia aquí. 

Ya habrás imaginado que durante el periodo de actividad los estomas se encuentran abiertos. Esto permite la transpiración y hace que las raíces absorban agua. En esta fase se captan nutrientes y el ciclo del agua interior de la planta está activo: absorbe el agua de riego, hidrata sus células y finalmente la elimina a través de la evaporación. 

Sin embargo, durante la dormición las suculentas entran en un estado de reposo en el que se protegen cerrando sus estomas. Debido a esto, no es posible la evaporación y, como no hay circulación de agua en el interior de la planta (apenas), tampoco se produce absorción a través de las raíces. Las plantas durante este periodo no suelen necesitar riegos.

¿Qué pasa si tengo mis suculentas dentro de casa o en un invernadero? 

En el caso de que tengas tus plantitas en el interior de casa, es probable que omitan su ciclo anual debido a que la temperatura dentro de tu hogar se mantendrá razonablemente constante a lo largo del año. La diferencia que sí pueden notar es la intensidad lumínica que reciben. La única precaución que debes tener en este caso es permitirles cierta diferencia térmica entre el día y la noche dado que las suculentas de origen tipo desértico necesitan temperaturas frescas. Con temperaturas por encima de 20 ºC o 68 ºF empiezan a tener problemas para la fijación de CO₂ y corres el riesgo de que tus plantas permanezcan inactivas.

Si tienes un invernadero probablemente sea porque necesitas proteger tus ejemplares durante los meses más fríos de heladas o temperaturas extremas. En este caso, es seguro que, aún dentro del invernadero, muchas de tus suculentas entren en reposo por las bajas temperaturas a las que se enfrentan. Mientras estén inactivas en los periodos más fríos, tus plantas no necesitarán riegos. A la hora de reanudarlos en primavera tendrás que tener en cuenta la temperatura interior del invernadero en lugar de guiarte por la temperatura exterior. 

¿Y si las tengo en el exterior? 

Si tienes tus plantas en el exterior, debes contar con un clima relativamente suave. 
En invierno es probable que no necesites preocuparte por el riego si tus suculentas están expuestas a la lluvia. Las plantas que estén en época de crecimiento, aprovecharán la lluvia que reciban. Por otro lado, aquellas plantas pudieran estar en época de latencia, contando con un sustrato lo suficientemente drenante y buena ventilación de aire, no deberían tener ningún problema. De hecho, si las temperaturas se mantienen templadas durante el invierno, es posible que las suculentas, aunque les toque, solo entren en un estado de semi-latencia. 

En verano, con las plantas en el exterior, la única ventaja que se me ocurre que puedas tener es el poder usar una manguera, que no es poco! La tarea de regar la vas a tener que llevar a cabo sin falta porque como hemos dicho anteriormente, las suculentas toleran cierta sequía pero siguen necesitando aporte de agua.

Riego de las suculentas según la estación del año

Durante la temporada fría

En invierno y principios de la primavera solo regaremos activamente aquellas suculentas que se encuentren en periodo de crecimiento y no reciban agua de lluvia. Algo importante a tener en cuenta, tanto si ha llovido como si nos vemos en la situación de tener que regar, es que debemos estar seguros de que no corran riesgo de helada en los días siguientes. Existen suculentas tolerantes a las bajas temperaturas pero el agua en el sustrato en combinación con noches de frío extremo, puede ser funesta. Para estar seguros, revisa la previsión meteorológica de los próximos 7 o 14 días. Comprueba que las mínimas vayan a estar por encima de los 5 ºC (41 ºF), que las máximas alcancen los 15 ºC (59 ºF) y vengan días más o menos soleados. Recuerda que siempre es preferible explotar la resistencia a la sequía de las suculentas que excederse en los riegos.

Durante los meses más calurosos

Conforme avance la primavera iremos aumentando la frecuencia de riego gradualmente según vayamos intuyendo los signos y síntomas de la falta de agua en nuestras plantas suculentas.

Con la llegada del calor, en el verano, deberemos equilibrar la necesidad de agua y el riesgo de pudrición y hongos. De nuevo, únicamente regaremos aquellas plantas que se encuentren en periodo de actividad y solo cuando el sustrato esté completamente seco. También nos aseguraremos de que no se prevee ninguna ola de calor extrema en los próximos días que pueda cocer nuestras suculentas en sus propias macetas mientras aún contengan agua.

Siempre se recomienda regar a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde para que las suculentas tengan tiempo de absorber el agua antes de que lleguen las horas de mayor calor del día. Por último, las plantas en general y suculentas en particular, necesitan una buena circulación de aire a su alrededor. El que se encuentren en un lugar suficientemente ventilado puede suponer la diferencia entre que se vean afectadas por hongos o no.

¿Cuánto, cómo y cuándo regar exactamente? Maneras y formas en que puedes regar tus suculentas

Como hemos visto, las plantas suculentas necesitan ser regadas, especialmente si se encuentran en contenedores o macetas, a su debido tiempo. A lo que debes prestar atención es a la frecuencia de riego. No sería correcto afirmar una cadencia específica porque, con toda la información en la mano, sabrás que esta depende de muchos factores. 

A continuación unas claves básicas: 

• Los riegos de las suculentas, si bien serán espaciados, deben hacerse en profundidad empapando el sustrato por completo.
  
• Antes de regar, comprueba que el sustrato esté completamente seco.
  
• Una vez confirmado que es le toca riego a tu suculenta, puedes regar de la forma que mejor te convenga: con regadera, con manguera o por inmersión.
  
  

Riego de suculentas de una en una

Puedes realizar el riego con regadera, jarrita o botella. Regar de esta manera es lo que verás recomendado en muchas fuentes en las que advierten que no debes mojar las hojas si no que lo correcto es echar el agua sobre el sustrato directamente. Lo cierto es que es una forma muy válidad de regar, especialmente si tienes poquitos ejemplares o los mantenienes en el interior de casa, pero también es la más sacrificada y menos eficiente de todas ellas. Este método se torna prácticamente imposible a poco que tu colección crezca y, además, resulta poco eficiente porque necesitas asegurarte de empapar el sustrato por completo en cada riego lo cual te obliga a dar varias pasadas.

Riego con manguera

Esta es definitivamente la forma más rápida y cómoda. No tengas miedo ni te preocupes por mojar las hojas de tus plantas suculentas. Teniendo suficiente ventilación, el agua que pueda quedar sobre las partes aéreas de la sucus se evaporará. Las suculentas más pruinosas como la echevería Lauii o las dudleyas también seguirán intactas siempre y cuando la presión del agua sea moderada. Es este sentido, lo recomendable es usar una boquilla que haga el efecto de lluvia fina. Regar con manguera nos permite aportar una buena cantidad de agua a cada planta asegurándonos de empapar el sustrato suficientemente. Es un método muy eficiente en términos de tiempo invertido y calidad o profundidad del riego.

Riego por inmersión

Se trata de regar las suculentas sumergiéndolas en barreños o cubos de agua durante unos minutos de manera que el sustrato se sature por completo. Por lo general no será la forma habitual de regar tus suculentas. Es un método que se emplea más bien como terapia de hidratación tras un periodo prolongado de sequía, por ejemplo, a la vuelta de unas vacaciones en que tus suculentas no hayan recibido riegos. Es de las tres formas que proponemos, la que más tiempo requerirá pero también es la que mejor satura el sustrato.

Riego vs sustrato vs macetas

Atención porque, para que tus suculentas vivan, crezcan y se mantengan sanas, deberás tener en cuenta todos los factores que influyen sobre la humedad en torno a las raíces de la planta. Tienes que equilibrar los riegos con la capacidad de retención de agua del sustrato y el tipo y tamaño de su maceta. Las suculentas necesitan un excelente drenaje para evitar la pudrición y los temidos hongos. 

Con el tiempo aprendemos a detectar cuándo nuestras plantas necesitan riegos. En el caso de las suculentas, al igual que pasa con prácticamente la totalidad de las plantas, existen una serie de señales a las que debemos prestar atención para identificar sus necesidades. Una vez que sabes que tu suculenta se encuentra en un periodo de crecimiento activo y que es seguro regar dadas las condiciones ambientales en que se encuentra, puedes fijarte en los siguientes puntos para identificar el momento exacto en que realmente necesitan un riego.

Intensificación de colores

Las plantas se estresan igual que los humanos aunque por otros motivos, obviamente. Cuando las suculentas experimentan, entre otras cosas, la sed, se estresan y lo suelen mostrar intensificando sus colores. Esto, per se, no sería un motivo de riego urgente si no una señal de que la planta empieza a sentir cierto discomfort. Recordemos lo extraordinariamente resilientes que son las suculentas. De hecho, muchos cultivadores buscamos mantener nuestras plantas en este estado porque es cuando las suculentas explotan realmente sus maravillosos colores.

Hojas blandas

Nos podemos servir del tacto para detectar la necesidad de riego. Como sabemos las suculentas suelen tener las hojas gorditas porque es donde acumulan sus reservas de agua. Pues bien, las hojas de las suculentas deben estar firmes e indeformables al tacto. La prueba la podemos hacer tomando una de las hojas basales (las más antiguas) entre los dedos y aplastándola ligeramente. Si notamos que la hoja no está dura y/o se deja doblar, sabremos que la suculenta necesita un riego. Sus reservas de agua están comenzando a vaciarse. A esto se le suele llamar “taco test” porque las hojas de las suculentas en este estado de deshidratación permiten o empiezan a permitir ser dobladas como si fueran un taco mexicano.

Cuidado porque aquí estaríamos hablando de que el aspecto de la suculenta debe ser el habitual,  independientemente de la coloración más o menos exacerbada que pueda sufrir debido al estrés. ¡Si notas que las hojas, además de algo blandas, se tornan amarillas y traslúcidas, se trata probablemente de un exceso de agua y un peligro inminente para la supervivencia de la planta! Sigue leyendo el siguiente apartado para salvar tu plantita suculenta.

Hojas arrugadas

Si observamos que nuestra suculenta empieza a tener hojas arrugadas, definitivamente ha llegado el momento de regar. Las hojas, además, antes de arrugarse se desinflan. Podemos ver como las hojas de las suculentas pierden volumen. Esto se debe, como habrás podido imaginar, a que el agua acumulada en las hojas está en sus mínimos y le sobra piel. Este es un síntoma muy visible y evidente. La recomendación en este caso es la de regar en cuanto nos sea posible. 

He regado de más ¿Tiene solución?

El exceso de agua se produce principalmente por dos motivos. El primero de ellos es el haber regado con demasiada frecuencia. El segundo sería la acumulación excesiva de humedad en torno a las raíces de la suculenta debido a un sustrato inadecuado o a la carencia de agujeros de drenaje en la maceta.

Si tu suculenta tiene un sustrato ligero y buen drenaje, el haberte excedido en la frecuencia de riego no debe suponer mayor problema. Lo más que notarás es que pierde sus favorecedores colores intensos permaneciendo más verde de lo habitual mientras mantenga ese nivel de hidratación. En adelante deja secar bien el sustrato antes de regar de nuevo. Simplemente eso. 

El segundo caso, en que la suculenta está encharcada, es más crítico. Aquí te recomendaría sacar tu suculenta del sustrato y dejar secar las raíces al aire libre unos días. Durante este tiempo mantén la planta a la sombra pero no te preocupes por ella. Definitivamente estará mejor así que en una maceta completamente saturada. Cuando esté seca vuelve a plantarla pero esta vez en sustrato y maceta adecuados.

CONCLUSIONES

No hay una fórmula mágica que aplique a cada una de las circunstancias de cultivo de todos nosotros. Siempre es mejor aprender sobre cómo funcionan las plantas suculentas para entender aquello que observamos. Aquí hemos procurado recoger los conocimientos acumulados sobre todos los temas relevantes. En definitiva, absolutamente todo lo que debes saber sobre el riego de las plantas suculentas – cuándo cómo y cuánto. Cómo absorben el riego, qué hacen con el agua, cuándo necesitan hidratación y todos los factores a tener en cuenta.  Espero que te haya resultado interesante.

Plantéate las siguientes preguntas para tomar la decisión más adecuada en cuanto a si es el momento o no de regar tus sucus:

• ¿Está mi suculenta en periodo de actividad o en estado de reposo?
• ¿Las condiciones ambientales son propicias? ¿Hay heladas? ¿Noches tropicales?
• ¿Tienen mis suculentas un sustrato adecuado? ¿La maceta tiene drenaje?
• ¿Muestran mis plantas signos y síntomas de sed?
  
  
  

Espero que sea de utilidad toda la información recopilada aquí. Si tienes alguna duda o quieres hacer una corrección o simplemente charlar, por favor deja un comentario en esta entrada. ¡Me haría muchísima ilusión!

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