Aquí encontrarás recopiladas las respuestas a las preguntas más frecuentes acerca del cuidado de tus suculentas. Si estás empezando o ya llevas tiempo con ellas, esta es tu guía!
Cubriremos y trataremos todas aquellas preguntas que nos surgen a todos sobre qué es lo más conveniente para mis plantitas: riego, iluminación, temperatura, sustrato, macetas, plagas, fertilización y reproducción.
MACETAS para las suculentas – material, forma y drenaje
Material ¿poroso o no?
Para responder a esta pregunta habría que plantearse previamente otras cuestiones. ¿Cómo es el clima en tu ubicación? ¿Hay muchas precipitaciones? ¿La temperatura media es alta? ¿Estás dispuesto a sacrificar tiempo en pos de la estética? Deberás valorar el equilibrio entre el material de tu maceta, el sustrato, tu frecuencia de riego y tus condiciones ambientales porque ahí es precisamente donde se produce la magia.
Una maceta de material permeable al agua como es el barro favorecerá el que el sustrato seque antes. En un clima húmedo, esto te favorecerá. Sin embargo, en un clima seco te obligará a regar más frecuentemente.
Tamaño, forma y color
El tamaño de la maceta debe ser proporcional a la planta y, en concreto a su sistema de raíces. Una maceta demasiado pequeña limitará el desarrollo de la suculenta, sin embargo, una maceta excesivamente grande le traerá otros problemas.
Si bien es cierto que el color de la maceta influye sobre la temperatura que pueda alcanzar el sustrato, esto apenas tiene incidencia sobre el sistema radicular ya que las plantas suculentas tienen una enorme capacidad para aguatar esta diferencia térmica más que de sobra.
En cuanto a la forma de las macetas, debes saber que las macetas redondas propician la espiralización radicular. Esto puede ser muy perjudicial para nuestras suculentas por lo que deberás prestar atención y trasplantar a tiempo. Si prefieres prevenirlo, usa macetas cuadradas estriadas en su interior.
El drenaje
Las funciones de los agujeros de drenaje son dos: la de evacuar el exceso de agua y la de permitir la aireación del sustrato. La cantidad y el diámetro de las perforaciones así como la forma en que estén dispuestos los agujeros de drenaje en el fondo de nuestras macetas determina la velocidad a la que puede escapar el agua y puede entrar el aire.
Claves básicas
La maceta ideal no debe ser ni excesivamente pequeña ni demasiado grande, si no proporcional a tu planta. Los agujeros de drenaje NO son opcionales y evitando las formas redondas conseguirás que las raíces de tu suculenta crezcan de forma más orgánica en lugar de en espiral. Ten en cuenta las condiciones ambientales y el tipo de sustrato que sueles usar para elegir el material de tus macetas. Del material de tus contenedores dependerá la frecuencia de riego que debas mantener así como la necesidad de abonado de tus plantas.
De tu elección en cuanto a macetas para tus suculentas, dependerá:
- El tiempo de secado de tu sustrato y, por tanto, las frecuencia en que debas regar.
- Un sistema radicular saludable. Algo vital para tu suculenta.
- La frecuencia en que debas trasplantar.
- La necesidad de nutrición mediante abonado regular o no.
¿Quieres saber más sobre las macetas adecuadas para las suculentas?
El SUSTRATO para las suculentas – características, materiales y mezclas
El drenaje y la aireación
La porosidad y la aireación son importantes para el movimiento del agua a través del sustrato, el drenaje. Las raíces de las plantas suculentas necesitan una aireación adecuada para que además pueda producirse la transferencia de oxígeno y otros gases. Las partículas de sustrato gruesas como la perlita gruesa, la corteza de pino o la fibra de coco crean macroporos. Este tipo de poros drena el agua rápidamente (disminuye la capacidad de retención de agua del sustrato) y aumenta la aireación.
Sustratos comerciales
Existe una creciente variedad de sustratos comerciales para suculentas en el mercado. Cada uno de ellos presenta diferentes características aunque por lo general son sustratos con un porcentaje de aireación medio-alto. No es en absoluto desacertado usar sustratos comerciales, simplemente son menos específicos que cualquier otra mezcla que puedas hacer tú en base a tus propios condicionantes y rutinas de mantenimiento.
Mineral vs orgánico
Un buen sustrato para suculentas tiene bastante materia inorgánica de granulometría generosa que nos ayuda a generar macroporos pero también es vital que lleve materiales orgánicos que retengan algo de agua y dispongan de los nutrientes necesarios para el desarrollo de las suculentas.
Cada ingrediente de un sustrato tiene propiedades físicas, químicas e incluso biológicas diferentes. No todas los materiales orgánicos funcionan igual de la misma manera que las diferentes materias minerales tienen características y efectos diferentes.
Materiales orgánicos
Como material orgánico de base puedes usar sustrato universal, sustrato comercial para suculentas o fibra de coco. Recuerda que para acertar con una mezcla que se adapte a tus condiciones particulares deberás suplementar para ajustar la aireación, el drenaje, la retención de agua, los nutrientes y el peso. Para ello añadirás fertilizantes o abonos naturales y materia inorgánica con suficiente porosidad.
Materiales minerales
Materias inorgánicas con que complementar nuestra mezcla de sustrato para suculentas hay muchas: perlita, celtonita, púmice o tepojal, grava volcánica o áridos. Cada componente tiene sus propias ventajas y desventajas. La perlita, por ejemplo, es accesible y barata pero termina disgragándose de la mezcla e incluso perdiéndose cuando se queda en la superficie. La celtonita por su parte es excelente porque, además de cumplir con la función de mejorar el drenaje y la aireación, aporta nutrientes pero es bastante más cara. Valora cuál de los materiales se ajusta mejor a tus necesidades.
Claves básicas
La mezcla de sustrato de suculentas ideal no existe. Cada cultivador deberá adaptar su sustrato a sus condiciones ambientales y demás circunstancias en las que mantenga su colección de suculentas, especialmente al el tipo de maceta y su rutina de mantenimiento (riego y otras tareas repetitivas).
Las necesidades de nuestras plantas suculentas a saciar por el sustrato son:
- Peso: ligero pero suficientemente pesado para mantener ancladas las raíces y sujetar el peso de la planta al crecer.
- Estructura: drenaje a la vez que equilibrada aireación y retención de agua
- Abonado: suficientes nutrientes para apoyar el desarrollo de nuestras suculentas
Además debemos tener en cuenta cómo influyen las diferentes mezclas de sustrato en nuestras labores como cultivadores y coleccionistas. Lo ideal sería que el sustrato que empleemos nos resulte cómodo a la hora de manejar nuestras macetas con suculentas, que drene rápido y a la vez nos permita regar espaciadamente, que nos permita estar tranquilos de que no proliferan hongos y evitar aplicar fertilizante regularmente.
¿Quieres saber más sobre sustratos para las suculentas?
¡Visita el artículo en que tratamos en detalle el tema del sustrato y las posibles mezclas!
El RIEGO de las suculentas – cuándo, cómo y cuánto
¿Cuándo regar?
Los riegos deben hacerse cuando las plantas se encuentren en época de crecimiento. Durante el verano se debe regar más frecuentemente dado que las temperaturas propician la evaporación del agua. Sin embargo, durante el invierno espaciaremos más los riegos o, incluso, dependiendo de nuestras condiciones ambientales, los suspenderemos.
En cualquier caso, siempre esperaremos a que el sustrato se seque por completo entre un riego y el siguiente. Si no estás seguro de esto último, usa un palito: clávalo en el sustrato hasta el fondo de la maceta. Si al retirar el palito sale manchado de tierra, ésta aún no se ha secado y, por tanto, deberemos seguir esperando.
¿Cómo y cuánto regar?
Puedes regar tus suculentas de una en una evitando mojar las hojitas para preservarlas intactas, con manguera imitando el efecto de la luvia o, incluso, sumergiéndolas en un barreño con agua. De lo que te tienes que asegurar es que en cada riego el sustrato quede empapado por comleto. Las suculentas necesitan riegos espaciados pero cuando las riegues, hazlo en condiciones!
Signos y síntomas de sed
Las suculentas nos comunican que necesitan ser regadas de varias formas. La primera de ellas sería intensificando sus colores. Si ves que se le exhaltan los tonos a tu suculenta, es que se está empezando a estresar.
La forma de detectar una deshidratación algo más grave sería mediante el tacto. La prueba la podemos hacer tomando una de las hojas basales (las más antiguas) entre los dedos y aplastándola ligeramente. Si notamos que la hoja no está dura y se deja doblar, sabremos que la suculenta necesita un riego.
Por último, si observamos que nuestra suculenta empieza a tener hojas arrugadas, definitivamente ha llegado el momento de regar. Las hojas, además, antes de arrugarse se desinflan.
Claves básicas
- Aprende a observar tus suculentas.
- Antes de regar, comprueba que el sustrato esté completamente seco.
- Los riegos de las suculentas, si bien serán espaciados, deben hacerse en profundidad empapando es sustrato por completo.
- Una vez confirmado que es le toca riego a tu suculenta, puedes regar de la forma que mejor te convenga: con regadera, con manguera o por inmersión. Decídete por la que mejor te convenga.
¿Quieres saber más sobre el riego de las suculentas?
¡Ve al artículo extendido en el que tratamos el tema del riego en profundidad!
La ILUMINACIÓN de las suculentas – sombra, semi-sombra o sol
¿Cuánta luz necesitan mis suculentas?
Esto depende de la intensidad de la radiación solar en tu ubicación y de la suculenta de la que se trate. Los sedums requieren de menos cantidad de iluminación que las echeverias o los cactus en general, por ejemplo. Tampoco estaríamos hablando de la misma intensidad si hablamos de pleno sol en Toronto que en Toledo. La recomendación general, es ir incrementando gradualmente la exposición de la suculenta mientras la mantienes bajo estrecha observación para evitar que sufra quemaduras.
¿Cómo detectar si a mi suculenta le falta luz?
En caso de que a una planta le falte luz, se etiolará o, lo que es lo mismo, se estirará en busca de más luz. El tallo se alarga, las hojas se espacian entre sí y se abren exponiendo la mayor superficie posible para aprovechar cada rayito de luz. En consecuencia, la planta se debilitara tanto estructuralmente (tallos finos y débiles) como a nivel sistémico haciéndose vulnerable a plagas y enfermedades.
Una vez quemada la suculenta, ¿qué podemos hacer?
Cuando una suculenta se quema, muestra manchas blanquecinas que se tornan rápidamente en oscuras debido a la necrosis. Las lesiones no suelen ser reversibles y es muy probable que dejen cicatrices.
Una vez detectemos que una de nuestras suculentas está sufriendo quemaduras hay que retirarla del sol directo lo antes posible. Es conveniente rehidratarla y aportarle nutrientes que la ayuden a recuperarse.
Si en tu ubicación, la radiación solar es intensa, quizás te convenga instalar algún tipo de malla de sombreo para evitar la sobreexposición. Estas mallas están clasificadas por el tanto por cierto de luz que filtran.
Claves básicas
- Aprende a observar tus suculentas. ¿Está compacta? ¿Cerrada? ¿Estirada?
- Siempre, siempre, siempre aclimata tus suculentas gradualmente a exposiciones mayores.
- Crea algún tipo de filtro para el sol si la intensidad en tu ubicación es alta.
¿Quieres saber más sobre iluminación de suculentas?
¡Ve al artículo extendido en el que tratamos el tema de la iluminación en profundidad!
Las TEMPERATURAS que aguantan las suculentas – frío y calor ¿Cuándo es demasiado?
¿Qué es la rusticidad en las suculentas?
La rusticidad se refiere a la capacidad de las suculentas y los cactus para soportar diferentes condiciones climáticas. Factores como la especie, la edad de la planta y las condiciones de cultivo juegan un papel crucial en su resistencia. Conocer la rusticidad de nuestras plantas nos permite cuidarlas adecuadamente y adaptarlas a nuestro entorno.
¿Cuánto frío pueden soportar?
Las suculentas pueden tolerar temperaturas mínimas que varían según la especie; algunas, como las Echeveria, pueden resistir heladas ligeras, mientras que otras, como los cactus de origen africano, son más sensibles. Las temperaturas bajo cero pueden causar daños como marchitez o necrosis. Para protegerlas en climas fríos, se recomienda cubrirlas o trasladarlas a interiores.
Calor: ¿Qué pasa en noches tropicales?
Las noches tropicales, caracterizadas por altas temperaturas nocturnas, pueden afectar el ciclo de fotosíntesis de las suculentas. Esto puede provocar que las plantas reduzcan su actividad y se sientan estresadas. Para cuidar de ellas en climas calurosos, es fundamental evitar el riego excesivo y elegir un sustrato que ayude a mantener la frescura.
¿Cómo ayudar a tus suculentas en condiciones extremas?
Manejar correctamente el riego y elegir el sustrato adecuado son claves para el bienestar de las suculentas. En condiciones de calor extremo, es importante optimizar el cultivo y crear un ambiente propicio para su desarrollo.
Claves básicas:
- Familiarízate con las necesidades de rusticidad de tus suculentas y cactus.
- Protégelas del frío con cubiertas o traslados interiores.
- Mantén un riego equilibrado y elige sustratos que favorezcan la salud de las raíces.
¿Quieres saber más sobre cómo cuidar tus suculentas en condiciones extremas?
¡Ve al artículo completo donde exploramos a fondo la rusticidad de las suculentas!
PLAGAS Y ENFERMEDADES en Suculentas – cómo detectarlas y combatirlas
¿Qué plagas afectan a nuestras suculentas?
Las plagas más comunes incluyen pulgones, cochinillas algodonosas y ácaros. Estos insectos se alimentan de la savia de la planta, dejando manchas o residuos que pueden atraer hongos y causar debilidad. Es fundamental revisar nuestras suculentas regularmente para detectar cualquier signo de infestación.
¿Cómo podemos prevenir y controlar estas plagas?
La prevención comienza con una buena higiene del área de cultivo, riegos controlados, y aislamiento inmediato de las plantas infectadas. Además, existen remedios caseros y comerciales para eliminar las plagas en cuanto se detecten.
¿Y qué pasa con las enfermedades?
Las suculentas pueden sufrir infecciones fúngicas, como el hongo sistémico, que afecta desde el interior y es especialmente letal. Mantener un ambiente equilibrado y controlar la humedad es clave para evitar enfermedades graves.
Claves básicas:
- Aísla y controla cualquier suculenta infectada.
- Asegura la limpieza y el ambiente adecuado en el espacio de cultivo.
- Usa insecticidas ecológicos y remedios caseros cuando sea posible u opta por productos comerciales siempre siguiendo las recomendaciones de las etiquetas y de los profesionales fitosanitarios.
¿Quieres saber más sobre cómo proteger tus suculentas?
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